Tiro al Blanco [Libre]

Sábado en la noche y me tocaba pasarla en la escuela. De no haber encontrado el teléfono de la pizzeria para los pedidos a domicilio habría solicitado mi transferencia de vuelta al Vaticano. Pero la crisis fue impedida y la pizza de champiñones que degusté estaba particularmente deliciosa. En fin, luego de cenar pensé que sería un desperdicio pasarla encerrada en los aposentos que me correspondían como profesora, así que me armé con la botella de vino que el Director me había obsequiado para mi bienvenida, una copa y la caja del paquete que había buscado esa mañana en la oficina de envíos. Con todo aquel material me dirigí al salón donde se me había indicado se realizaban las practicas de tiro.

Como era de esperarse un sábado en la noche, lo encontré desierto. Pero era mejor para mi. Me tomé mi tiempo para descorchar la botella y luego la dejé reposar por unos minutos. Aproveché ese tiempo para romper los seguros de la caja y sacar del interior a mi hermosa nueva adquisición. La tomé con delicadeza en mis manos, apreciando la sensación del metal frío. Estaba sintiendo lo mismo que había sentido cuando la vi por primera vez en el catalogo: era amor a primera vista. "Eres preciosa, ¿lo sabías?" Le dije a mi nueva Smith & Wesson calibre .45 modelo CS45 como si se tratara de una amante. Revisé el compartimiento de municiones, y como me lo esperaba éste estaba vacío. Sin embargo había solicitado al menos 5 rondas de municiones del mismo lugar donde había comprado el arma y las balas se encontraban dentro de la caja. Tome una de las rondas y las introduje dentro del arma. "Se sintió bien, ¿verdad?" Y no pude evitar reírme un poco por el tono tan sensual que había utilizado.

Con eso listo, deje la pistola nuevamente en la caja para ir a servirme una copa de vino. Antes de echarlo en el recipiente aspiré un poco del aroma de la bebida. Era dulce. Serví una buena cantidad y tomé un sorbo, honestamente el sabor era muy agradable al paladar. Con la copa en la mano izquierda, me dirigí a tomar nuevamente el arma y luego me coloqué en posición dentro de una de las divisiones del salón de practicas. Por mis años de experiencia era de esperarse que pudiera manejar el arma solamente con mi mano derecha. Y sin más, comencé a agotar las 8 municiones que cargaba la ronda.

El sonido de una arma nueva al ser disparada era simplemente maravilloso.

¡AHH!-Solto un pequeño grito al escuchar un fuerte sonido que provenia de la sala de entrenamiento,Al parecer.¿Quien podria ser?,Despues de todo,No era normal que un sabado en la noche alguien etrenara,Suponia que los alumnos más grandes saldrian por ahi,de Fiesta en Fiesta;Ella al ser muy pequeña,se limitaba a quedarse estudiando,o simplemente escuchando musica en su dormitorio,Pero nunca habia escuchado tal estruendo y menos un Sabado a la Noche.



- Q-Quien..¿Quien esta ahi?.-Se armo de un gran valor para poder preguntar,Aún con sus 14 años seguia siendo una miedosa,Y por culpa de eso,no podia evitar imaginarse todo tipo de situaciones,Un Demonio batallando contra un exorcista,O dos personas peleando en los terrenos de la Academia,Poco a poco fue avanzando hacia su destino,donde pudo ver,una silueta femenina,de larga y sedosa cabellera.Era una mujer,no representaba muchos años,Parecia bastante calmada,y sostenia un arma en su mano,Que al parecer,habia sido disparada minutos antes.


- Disculpa..Uhm..¿Quien eres?...Talvez,¿Eres una estudiante..?.-Estaba cada vez con menos miedo,al parecer,la mujer y su hermosa apariencia habian hecho que se sintiera más tranquila,aunque no podia bajar la defensa,se rindio ante esa encantadora figura.¿Porque pregunto si era una estudiante?,Era lo primero que se le vino a la mente,Si era su senpai,posiblemente se enoje con ella,por no haber tendio el ¨respeto¨ que era devido,O eso es lo que la pequeña pensaba.Seguia curoseando a su alrededor,Miro que aquella joven tenia unas cuantas armas,y pocos cartuchos,No sabia que modelo eran,pero si las habia visto anteriormente.Sin dudarlo , se aserco.-¿E-esto es tuyo..?..Es impresionante..

Eso era lo malo de las armas pequeñas, las rondas traían pocas municiones. No le tomó mucho tiempo en acabar con las ocho balas, y era de esperarse, aquella pistola era una semi-automática y por lo tanto no se perdía tiempo con el mecanismo para preparar el próximo disparo. Era Bang y luego todo estaba listo para el siguiente tiro. El agujero de salida de las balas humeaba un poco así que lo acerqué a mis labios para soplarlo suavemente. Estaba a punto de colocar una nueva ronda de balas cuando escuché una vocecita detrás de mí. ”Yo estoy aquí.” Respondí con calma a la pregunta que me habían hecho; miré por encima de mi hombro para encontrar en el umbral del salón de prácticas a una pequeña jovencita.

Le dediqué una pequeña sonrisa al identificarla como una estudiante de la escuela. Si bien no llevaba el uniforme escolar, debía formar parte del cuerpo estudiantil. Después de todo, aquella sería la única explicación para que una niña estuviera deambulando por estos sitios, estaba completamente segura que el Director Pheles no permitiría la entrada de nadie ajeno al plantel. O al menos eso quiero creer. Me di la vuelta para darle la cara ya que la sentía un poco nerviosa. Era una niña adorable y casi se me escapa una sonora carcajada cuando me confundió con una estudiante.

”Cariño, me halagas que pienses que soy una estudiante pero por más bien que le haga a mi vanidad me temo que no, no lo soy. Soy una Exorcista.” Tomé otro sorbo de mi copa aunque continuaba sonriendo de forma ladina. Secretamente me encantaba que por mi juventud me confundieran con alguien de menor rango. Mi egocentrismo al demostrarles lo contrario podía volar hasta las nubes. “Mi nombre es Marceline Stark. Soy la nueva profesora de Armamentos y Balística, pero como no estamos en clase puedes llamarme Srita. Stark.” Luego agregué ladeando un poco la cabeza. ”¿Cuál es tu nombre, corazón?”

Noté que la niña le prestaba atención especial a mí nueva adquisición, a pesar de su retraimiento pude ver en sus ojos una pequeña chispa de interés. ”Hermosa, ¿no te parece? Es nueva y recién la estoy estrenando.” Comenté, mientras le mostraba los elementos de la pistola desde distintos ángulos. ”Dime pequeña, ¿ya te han enseñado a manejar una de estas?”

”Dime pequeña, ¿ya te han enseñado a manejar una de estas?”

- No..a decir verdad,aun no comienzo las clases,asi que..apenas puedo distinguir un arma de otra...-Sonrio apenas,estaba algo avergonzada.Confundio,a la que parecia ser su futura profesora,Con una estudiante;Esos fallos eran cosas que solo a ella se le ocurrian hacer.

El arma parecia bastante limpia,al ser nueva era demasiado obvio,pero como la mujer las tratabas,hacian parecer que estaba vivas,o por lo menos que tenian alma.Una vez más se quedo tildad en sus pensamientos,y unos minutos luego regreso,para presentarse de una vez.- Soy Rin Kagamine..Una estudiante..P-Pero me parece impresionante que sea una Exorcista,parece muy joven..Ademas de Armamentos y Balística...-Y aunque no se animara a decirle,tambien le parecia bastante linda,Esa madurez convinada con una mujer Exorcista,más bastante habil en lo suyo,era una convinacion exelente,Era la clase de Exorcista que queria convertirse,que irradeo un aura de Poder..más o menos es lo que le parecia.-Es profesora..Se nota que tiene cierto cariño con sus armas..De verdad debe gustarle mucho si trabajo..¿Verdad?-Este dato le paecia curioso,aunque a ella le parecieran impresionantes,jamas pensaria que alguien podria tratarlas asi,Seguramente,esa profesora disfrutaba mucho de su trabajo y tambien tenia bastante afecto por él.

Aun no habia decidido en que clase de Exorcista queria convertirse,pero le habian llamado la atencion las armas desde hace poco,y más aun con ese tipo de Profesora,Talvez no seria tan malo,despues de todo tarde o temprano aprenderia a dar en el blanco seguramente,¨Seguramente..¨ Pensaba con grandes esperanzas.

“Aaw, una Exwire. Que adorable.” Musité con algo de sorna y condescendencia en mi voz. “Entonces espero causarte una buena impresión para que cuando quieras escoger un camino de Meister no lo dudes y seas Dragoon. Todavía no has decidido por una especialidad, ¿verdad?” Decidí no continuar tomando y dejé la copa con el restante de la bebida a un lado para así poder cruzarme de brazos. La pequeña rubia que tenía enfrente se notaba azorada y guardó silencio por unos momentos, momentos que aprovechó para continuar examinando mi nueva arma. A leguas se notaba que sentía algo de interés.

“Rin.” Pronuncié el nombre por lo bajo, recordando que en esta misma escuela había alguien muy especial con ese nombre. De no haber sabido que la progenie de Satán era un muchacho, ciertamente habría saltado a conclusiones. “Bueno, srita. Kagamine, el talento es talento y cuando se presenta lo único que queda es aprovecharlo y explotarlo. Y lo bueno de ser sumamente joven es que haces que hablen de ti más a menudo.” Confesé y le guiñé un ojo, como si le acabara de confesar un travieso secreto. Aunque no era una Exorcista del montón, no podía considerarme la última Coca Cola del desierto, más aún cuando en esa misma escuela había un chico menor que ella que era su igual y también era un profesor.

Al escucharla mencionar por mi particular forma de tratar a mis utensilios de trabajo, involuntariamente me descrucé de brazos para observar nuevamente la pequeña pistola que tenía en mi mano. Como quien no quiere la cosa me encogí de hombros mientras que con la tela de mi manga le limpiaba una marca de huellas dactilares que había dejado con mis dedos. “Si no amas con lo que trabajas difícilmente te sentirás satisfecho con las cosas que haces.” Le dije, la verdad es que esa frase me la había dicho mi abuelo hace un buen tiempo. “Ojala tenerle algo de cariño a esto de dar clases. Para mi mala suerte no puedo hacerles nada a ustedes si se portan mal. Ustedes los niños son un tipo de demonio que no nos dejan exorcizar.” Dicho esto, dejé escapar una risita.

Miré las municiones que todavía no había utilizado y una idea loca se me vino a la cabeza. “Oye, ¿quieres un pequeño curso relámpago antes de la primera clase oficial?” Le pregunté mientras cargaba nuevamente la pistola y esperaba su respuesta con atención.

¿Ehh..?, P-Pero nunca eh usado un arma, N-No creo que pueda hacer.. -Al mismo tiempo que intentaba rechazar la oferta sus mejillas se volvieron algo rojas, Jamas habia estado tan cerca de un arma, Y menos disparar una, Tenia algo de miedo, Por lo que evitaba hacerlo;Aun asi,dentro de ella queria hacerlo, Tenia demasiada curiosidad al mismo tiempo que queria saber como se sentia disparar un arma, Ademas aquella profesora no parecia del tipo que grita todo el tiempo, Asi que luego de meditarlo por unos minutos decidio aceptar.- Aunque..No estaria mal probar una vez...-Volvio a mirar el arma, De alguna manera se sentia atraida a ella, Una sensacion muy rara que jamas habia sentido por algo o alguien más,Como si el arma pidiera ser usada.


Etto..Stark-san..¿Como tengo que agarrar esto?.- Miraba detalladamente el arma, Tenia miedo de agarrarla mal y causar un accidente, Pero aun asi queria disparar.- Wooaa...Tiene muchas armas..-Miro a su alrededor, Algunas no las habia visto jamas pero otras parecia que si, Talvez en alguna pelicula o serie.- ¿Tiene alguna favorita?.- Era una niña bastante curiosa, Hacia demasiadas preguntas antes de que la otra persona pueda responderle, Era un de las cosas que hacia sin darse cuenta, No podia evitarlo, Su curiosidad era inmensa y al parecer no se daba cuenta de eso, Hasta que alguien la paraba.



OFF: Perdon por tardar tanto en contestar ;w; ,Esque no vi eso de Mensaje Nuevo xD,Es ago corto el ROL,Pero no sabia como seguir D:,Perdon e.eU

“Bueno…” Estuve a punto de hacer una insinuación subida de tono, pero me contuve. No fuera cosa que esta niña fuera a acusarme con Mephisto. No podía pasarme de confianzuda con los estudiantes. “Siempre hay una primera vez para todo, srita. Kagamine. Y francamente, para eso es el cursillo relámpago, ¿no? Para ir familiarizándose con el arma. No es como si esperara algo bueno en su primera vez. Si no fuera el caso, no creo que necesitarían a una profesora aquí en la Academia, ¿no le parece?” Vi que reconsideró mejor la situación y cuando vio las cosas en una luz positiva le hice señas para que se acercara.

“Espera.” Le dije mientras le tomaba la mano y la acercaba para posicionarla frente de mí. Miré alrededor para buscar los audífonos especiales. Era obligatorio utilizarlos mientras se practicaba, pero yo era demasiado terca para ponérmelos, más tarde seguro lo lamentaría cuando me zumbaran los oídos. Sin embargo, me gustaba decirme que no seguía las normas de seguridad porque parte del conocimiento que debía de tener sobre las armas también radicaba en los sonidos (las detonaciones de la pólvora) que éstas producían. Coloqué la pequeña pistola en la mesita que tenía cerca y alargué mi diestra para tomar los mullidos audífonos de práctica. Una vez en mis manos se los puse en el cuello para poder hacer las explicaciones de lugar antes de que la volviera completamente sorda a mis palabras. “Realmente no tengo una favorita. Todas cumplen una función, y en el momento que las tengo que utilizar para alguna misión… sea para actuar en un rango de corto, mediano o largo alcance, mientras haga lo que debe, la amo. Tan simple como el agua.” Le respondí mientras le pasaba la mano por el cabello para alisar su melena rubia.

“Para empezar, te voy a poner estos audífonos. Es para protegerte del fuerte sonido que se produce que normalmente asusta a los novatos y también para evitar que te lastimes los tímpanos. No sigas el ejemplo de la sensei de no usarlos, al menos no hasta que te sepas manejar y aceptes de buena gana las malas consecuencias.” Lo último lo dije rápidamente al punto de que tal vez no me hubiera entendido. Volví a tomar el arma y luego rodeé los brazos de la pequeña rubia con los míos para poder manipular su postura. Era un poco problemático porque Rin era algo bajita y yo estaba usando mis botas de tacón alto, pero al menos era manejable. De cualquier forma hice que la chica sostuviera la pistola con ambas manos, aunque ésta era lo suficientemente pequeña y liviana para ser manejada con una mano. Pero los novatos primero tenían que aprender a tener pulso; caminar antes de correr.

“¿Ves este pequeño botón que se gira? Ese es el seguro del arma. Ahora mismo no lo tiene porque como estaba practicando con ella la necesitaba funcional. Cuando no esté utilizando lo giras y el arma estará asegurada para que no se dispare sola si acaso sufre algún golpe fuerte. Tu objetivo es darle al blanco que tenemos ahí enfrente, yo te ayudaré a apuntar.” Le fui explicando al oído mientras manipulaba sus pequeños y finos dedos para que se amoldaran a la pistola. Aún así le permití cierta libertad para que ella pudiera, inconcientemente, colocar el dedo en el gatillo de la mano dominante. Una vez hecho esto, lo siguiente que hice fue cubrir con mis manos las manos de Rin y mantener extendidos brazos para que juntas estuviéramos apuntando al blanco de papel que teníamos a unos 10 metros de distancia. “Permanece en esta misma pose mientras te pongo los audífonos. Cuando los tengas puestos y yo vuelva a colocar mis manos sobre las tuyas vas a halar el gatillo, pero sólo cuando te sientas cómoda. El gatillo es fuerte, pero no puedes entrarle dos dedos para apretarlo, debe de ser con ese sólo que tienes ahí puesto. Te advierto que la primera vez causa una fuerte impresión, aunque esta sea un arma pequeña, la explosión te va a producir una fuerza de impacto pero yo estoy aquí para no te haga daño. ¿De acuerdo?” Esperé a que me respondiera y luego la solté por unos breves momentos para colocarle los audífonos, y automáticamente volver a cubrir sus manos con las mías.

I want to read more(?):

- E-Esta bien,Hare lo que pueda.- Siguio con la mirada en la mira, No movia ni por un segundos sus manos, Aunque estas temblaban un poco, Era la primera vez que tenia un arma, Y que debia dispararla; Era normal sentir un poco de miedo pero al parecer, Tambien estaba un poco contenta, No sabia que era pero sentia una gran adrenalina, Tenia muchas ganas de apretar el gatillo, Y ver si podia atinarle al blanco, Ese era uno de sus deseos en ese preciso instante.- Muchas gracias..De verdad no me habria imaginado a mi misma disparar un arma jamas, Ya que lo mio son las peleas cuerpo a cuerpo, Pero esto no se ve tan mal tampoco.- Poco a poco iba ¨desenvolviendose¨, Mostrando su caracter de niña pequeña a Marceline, Le estaba tomando confianza, Se sentia segura con ella.


Habia escuchado las advertencias de Marceline, Seguramente la sensacion no iba a ser muy bonita luego de disparar el arma, Pero solo seria por un instante y ya, Queria afrontar ese pequeño miedo al probar esta nueva experiencia, Despues de todo ¿Como iba a querer disparar un arma temiendole a la fuerza de impacto?, Era su primera vez, Pero no podia ser tan cobarde de declinarse en ese momento.Cuando Marceline le puso los audifonos, Sintio que su corazon latia cada vez más rapido, Estaba bastante nerviosa, Pero aun conservaba la posicion que le habia indicado al comienzo.Espero a que le diera una señal o algo asi para disparar, Cerro sus ojos y respiro profundamente, Tratando de tranquilizarse y poder pensar claramente en jalar bien el gatillo.- Digame..Cuando disparo.-Abrio los ojos nuevamente pero esta vez se notaba una pizca de serenidad, Parecia ser una persona muy diferente.


Visualizo nuevamente el blanco, Que no se encontraba muy lejos de alli, Pero para un principiante podria ser algo dificil atinarle perfectamente en el centro, Y en ese caso, No seria su culpa ya que recien comenzaba, Era totalmente normal el fallar, Solo estaba practicando, Podia dejar de ser tan exijente consigo misma.Apreto el arma con más fimerza, No por el miedo, Si no porque queria controlar mejor el arma, Ponerla recta, En una buena posicion para asegurar de que por lo menos entre en el rango del blanco, Si no seria un desastre.- Yo por mi parte..creo que estoy lista..-