Shit! {Priv. Aura}

Estaba encerrada en la academia donde vivía casi las 24 horas del día, hoy aun no había salido de ahí y ya me había leído 2 libros de la amplia biblioteca de la academia. Sentada en una butaca de color rojo pasión estaban los dos libros que me había leído, me acerque a contemplarlos para volver a dejarlos en el estante que les correspondía. Aunque fuera una chica bastante bruta y callejera, me gustaba leer alguna cosa, odiaba los libros sí, pero si trataban de bandas callejeras o de asesinatos, podía leerme un par cada año, y eso había hecho. Acabe de dejarlos y solté un suspiro de aburrimiento, anduve hacia donde se encontraba la ventana de aquella sala y observé que ya se estaba haciendo de noche, sonreí de medio lado satisfecha y me encamine al rellano del lugar para disponerme a dar una vuelta ya que a estas horas supuestamente no habría nadie por ahí. Me relamí mis labios y me encamine a la salida de la academia para dar una vuelta por los alrededores y quizá introducirme en la ciudad.

Salí de esta y me encaminé por el camino que daba a la calle principal, no sabía exactamente dónde dirigirme aquel día pero quería ir a un lugar poco transitado por la gente, quería fumar un poco y despejarme de la gente de la academia Vera Cruz. Fui por caminos frondosos y entre en lugares donde casi nadie había pasado ,si no es que quería irse un poco fuera de lo normal, por fin llegue donde se podía observar la lejanía que me separaba de la ciudad, no quise avanzar más, estaba algo cansada por la dura caminata. Observe como más adelante se encontraba el bosque, sonreí de medio lado y me fui andando hacia él.

Observe como los altos arboles hacían más complicado la vista, como era de noche solo tenía como guía la luna y alguna que otra estrella que empezaba a mostrarse en el firmamento, alce mis ojos verdes y sonreí malévolamente observando los alrededores en busca de algún sitio desierto para fumar tranquila y relajarme un poco. Caminé arrastrando mis pies por el suelo y zarandeando mis brazos al ritmo de mis pasos ligeros mientras observaba el recorrido que hacía con cierta maldad y felicidad.

Por fin había llegado a un claro del bosque donde no había muchos árboles y saque mi paquete de tabaco de mi marca favorita y saque de él un cigarro, lo puse en mi boca y busqué el mechero.
-¡Mierda! ¿Dónde está el puto mechero?-dije buscándolo sin éxito. Tampoco había nada para poder quemar un trozo de papel pero no desesperé y seguí buscando.

Seguí caminando como sobrevolando el suelo sigilosamente, hasta que me pare en seco y la sonrisa que se había dibujado en mi rostro se apago por completo, notaba la presencia de alguien o algo, y no tenía intención de pasar de aquella cosa o persona que me siguiera o que anduviera por ahí. Solté un suspiro bastante sonoro para que la persona que estuviera por ahí me escuchara, entonces dije, respondiendo a su pregunta:
-Si, academia de exorcistas asi que supongo que seras algo relacionado con ello...dije girándome para ver a la persona que me habia hablado.

Ladee mi cabeza y arquee mi ceja derecha con orgullo, me cruce de brazos y observé que la persona era una chica, de pelo blanco, admirable la verdad. A comparación con mi pelo verde me gustaba mas el suyo. Y mira que no habia tenido complejos nunca. Dé unos pasos hacia la chica para tenerla a una distancia algo mas corta, sonreí mostrando levemente mis dientes y le enseñé el cigarro para luego preguntarle algo que me interesaba mas:
-¿Tienes fuego? Si no enciendo este puto cigarro creo que me dará un ataque...-dije con algo de tono divertido en mi voz.

Pero era mas que cierto que si no conseguía un cigarro que pudiera fumarme me iba a poner de los nervios, y tomarla con alguien que no conocía de nada, no era mi manera de ser, bueno, nunca había tenido confrontación con alguien igual que yo y tampoco me asustaba, pero no queria probar nada de peleas por el momento. Ademas que la chica no estaba mal, un polvo de alguna noche. Sí, mejor lo dejaré asi, pensé.

Me quedé mirando a la chica de arriba abajo con el cigarro en la boca esperando la respuesta de esta, al parecer tenía un trozo de falda rota. Me lo quede mirando un rato mientras la chica empezó a hablar.
Viva la vida~ otra persona que le decía que no tenía que fumar, ya estaba cansada de que me dieran el dichoso sermón de que tenía una edad temprana y que no tenía que matarme lentamente, eso ya lo sabía, cuantas veces me lo habían dicho en el instituto y cuantas veces lo había nombrado la gente de mi alrededor. Pero el tabaco era genial para des estresarme en muchas ocasiones.

Así que escupí en el suelo y subí mi cabeza para mirarla para soltarle mi típica contestación sobre este tema:
-Yo con mi vida hago lo que me da la gana, y no voy a cambiar de idea por unas putas opiniones que vienen y van, así que no me digas que debo hacer, ¿Está claro?-dije en tono molesto y arqueé una ceja mirándole con algo de malicia.

Luego la chica se presentó, genial. Ya estaba la típica discusión habitual de siempre, suspiré y me cruce de brazos, entrecerrando los ojos a medida que iba poniendo una expresión de indiferencia y apoyé todo mi peso en una pierna para contestarle con vagueza:
-Gretel Beilschmidt, pero como no creo que puedas pronunciar mi apellido, solo Gretel-dije con orgullo.

Cierto era que nadie sabía pronunciarlo a menos que supiera ruso y no creo que haya nadie en la academia capaz de saberlo. Eso me hacia crecerme aunque fuera una estupidez. Estaba orgullosa de mis orígenes~

Me sorprendió bastante que la chica supiera ruso, genial, una persona que no me preguntaría si hacia frio o si comíamos sopa cada día. Al parecer su padre era ruso y ella entonces había pasado tiempo ahí, pero no sabía si era rusa o no. Me pregunto si era rusa y asentí aun sonriendo, de algo que estaba orgullosa era de eso, porque de lo demás no mucho…

Entonces contesté a su “gran” comentario:
-Hm, me alegro entonces~ ahora te has ganado un poco de mi respeto-dije sonriéndole mostrando mis dientes blancos bien alineados.

Siguió hablando, al parecer quería que le acompañara a la academia, encima que había salido para estar un rato sin toda ese estrés tenía que volver ahí, vaya mierda.
Escupí en el suelo y me crucé de brazos para contestarle, tampoco pasaba nada porque se quedara un tiempecito con la falda algo arañada:
-Anda mujer que esa mierda de falda no pasa nada porque se te haya roto un poco, además… no hay nadie por aquí, no te va a mirar nadie!-dije algo arisca.
Cierto era que a mí también me daría un poco de vergüenza pero no era la gran cosa.